Clínica de Medicina Alternativa tradicional amazónica

Clínica de Medicina Alternativa tradicional amazónica

El origen de la práctica de la medicina tradicional

Nuestra maloca, donde realizamos nuestras diversas ceremonias.

Dios puso un don en cada planta, un ser viviente que posee un espíritu, utilizada de forma correcta con la capacidad de aliviar, curar y enseñar.

Estas plantas se ingieren en estado de dieta, para desintoxicar el cuerpo físico de esta forma la mente tenderá a desarrollar de forma correcta un pensamiento positivo para la sanación del paciente.

El camino hasta la sanación

La sanación consiste en el tratamiento de 3 puntos clave:

  • El cuerpo,
  • La mente,
  • Y el alma.

La enfermedad del alma, el día de hoy, es la desconexión del ser humano de su ser creyente a su fe. La doctrina actual de este mundo enseña al ser humano ser individualista, animado por el rencor, el odio y la envidia hacia su prójimo.

Una joven liana de ayahuasca apoyada en uno de nuestros árboles

Un mundo energético todavía desconocido

Más allá de las plantas que usamos en su mayoría a la sanación de nuestro cuerpo físico, existe un mundo energético dividido en dos caminos uno luminoso y el otro oscuro, a los pocos practicantes que trabajan con este lado luminoso pueden llegar a la sanación divina reconectando el alma a su fe, a la luz de Dios.

No pertenecemos a ninguna religión, movimiento dicho New-Age, secta diabólica, al contrario, desde varios años hemos venido luchando contra cualesquiera falsos mensajes difundidos en un solo fin de confundir al ser humano en búsqueda de entender nuestro mundo y el propósito de la vida.

Aceptamos a personas de todas religiones y creencias, sin emitir ningún tipo de prejuicio.

Santa Virgen María

Es bajo el abrigo de la santa Virgen María que entregamos nuestra práctica de la medicina alternativa para la sanación y el tratamiento de nuestros pacientes.

Reconectar el hombre que está en capacidad de comprender más allá de su vista y empezar a encaminar el verdadero camino según la voluntad de nuestro creador y único Dios.